La Galera




Adentro tenía un color brilloso y en dos puntas, e imitaban de manera burlona a sus patrones. Era como el permiso que se daban para criticar a aquellos señores que los explotaban.


Hoy las murgas podríamos decir que hacen eso: salen con su vestimenta, ocupan la calle, salen con sus tambores y ya el solo hecho de ocupar la calle es un hecho político. Si a eso le sumamos un mensaje con contenido que refieren a una crítica a la realidad, con tristezas y alegrías, es igual a lo que los negros pretendían.

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